Llevar al bebé en brazos es la forma natural que han tenido los humanos desde la prehistoria al igual que otros animales para cuidar y proteger a sus hijos.
Si nos fijamos en los primates que son los que tienen más semejanza con nosotros, cargan todo el tiempo a sus crias.
El bebé humano nace prematuro si lo comparamos con otros mamíferos que al nacer ya pueden erguirse y caminar.
Nuestros bebés necesitan de sus madres para sobrevivir.
Un bebé humano no podría sobrevivir si lo dejamos solo al nacer, no puede desplazarse, ni alimentarse por si mismo.
Es por ello que necesita constantemente de los cuidados de su madre.
De ahí la explicación de porqué un bebé llora al separlo de su madre: Para él, el estar sólo representa una situación de peligro.
A un bebé poco le importa como lo llevémos, él solo quiere nuestra cercanía y sentir la protección que sentía dentro del vientre de su madre.
El recrear esa situación en la que oye los latidos, siente el balanceo cuando nos movemos,
la voz de su madre, sentirse apretado suavemente... son sensaciones que el bebé reconoce de cuando estaba en el vientre materno y que le proporcionan seguridad y bienestar.
La forma más facil y práctica de coseguirlo es con un portabebé.
Son muchos los beneficios de ser llevados tanto para el bebé como para los padres.
Al estar los niños a la altura de los adultos pueden seguir todas sus actividades e interactuar con ellos.
Esto les proporciona tranquilidad y confianza a los niños y les permite un buen desarrollo cognitivo ( atención, memoria, lenguaje) .